martes, 27 de noviembre de 2012

Australia tan misteriosa y tan lejos

Todo viajero que se decida a viajar a Australia ya sabe que es una gran aventura, pues solo el viaje son 26 horas…


Tras la llegada a Sídney es recomendable coger el tren o el autobús ya que los taxis son demasiado caros.

Los hoteles de la ciudad más poblada de Australia son muy lujosos, diseñados con todo tipo de modernidades, normalmente grandes y que sorprenden a primera vista. Por eso a los viajeros de “mochila al hombro” se les recomienda acudir a los backpackers que son una especie de hostales para gente joven que viene de paso a la ciudad.

Además si quieres conocer  algo más que la mera ciudad te aconsejamos que cojas habitaciones en algún suburbio de los alrededores como Bondi Beach, barrio cosmopolita con un ambiente fiestero internacional.


Después del  primer paseo por Sídney lo que más llama la atención son sus grandes avenidas flanqueadas por edificios modernos mezclados con antiguas casas victorianas.
La vista desde la estación de metro (Circular Quay) es espectacular, con la Ópera a la derecha y el puente sobre la bahía a la izquierda.

La Ópera House o Casa de la Ópera de Sídney es uno de los edificios más emblemáticos de esta bella ciudad, tan complicado en su simpleza que fascina hasta el punto que puedes quedarte durante horas contemplándolo. 

Al lado de la Ópera se encuentra el Harbour Bridge que atraviesa la bahía de Sídney y conecta el centro financiero de la ciudad con la costa norte, una zona de ambiente comercial y residencial. Desde lo alto del mismo se contemplan unas vistas espectaculares de la ciudad.
Además, es curioso apreciar a mucha gente que va camino del trabajo con traje y zapatillas de deporte, como en Nueva York.

Otra de las grandes zonas emblemáticas es The Rocks,  la zona de Sídney que se extiende entre el puente y Circular Quay, donde nació la ciudad en 1788. La parte norte de este suburbio está formado por antiguos edificios  de la Australian Steam  Navegation Co, convertidos ahora en restaurantes de diseño  con amplias terrazas.

Una de las playas más surferas de Sídney es Manly, donde los grandes surfistas de todo el mundo compiten por subirse a la mayor ola.

El jardín Botánico es una parada obligatoria, donde se ven unos atardeceres espectaculares  con la Ópera y el puente de fondo.

Otra de las cosas que no puedes dejar de visitar es el zoo de Sídney donde puedes contemplar la extraordinaria y rara fauna de este continente.

Para los viajeros más curiosos recomiendo visitar en el centro de Australia  Ayers Rock. Se encuentra en medio del desierto australiano a 3000 Km de Sidney pero aun así merece la pena,  y mucho, pues constituye una experiencia única. El lugar más emblematico y surrealista de visitar es Uluru, roca sagrada para los aborígenes, y no solo por lo que representa, sino por la belleza de la misma. Los colores rojos de la roca se funden con tonos ocres, y las grietas y cavidades que tiene se transforman en figuras y sombras mágicas. 

Mi viaje por Australia finaliza aquí y ahora me dispongo a viajar al país vecino, Nueva Zelanda. 







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